
La
extraordinaria capacidad intelectual demostrada por el maestrillo Florentino
Alcañiz, hizo que sus superiores lo enviaran a Roma, donde se doctoró en
Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo las máximas
calificaciones y el título de Maestro Agregado. Su tesis fue De autografo Tractatus
inediti Card. Ioannis de Lugo "De Anima". Por esa misma época publicaba
su obra clave en esjatología: Ecclesia patristica et millenarismus (La Iglesia
Patrística y el Milenarismo).
Sus últimos años los pasó
apaciblemente en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en Miraflores (Lima).
Dedicó sus últimos días a comentar la obra del P. Lacunza La venida del Mesías en gloria y majestad, un trabajo que aún hoy está inédito. El 13 de agosto de 1981, se sintió repentinamente indispuesto y, tras breve agonía,
murió con fama de santidad, a la edad de 88 años, siendo enterrado en el
cementerio de la casa jesuita de ejercicios espirituales Villa Kostka en
Huachipa (Lima).
1 comentario:
Un santo sacerdote.
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